martes, 8 de septiembre de 2009

Leyendo tristezas y soledades

Chesil Beach, Ian Mc Ewan: En julio de 1962 en un hotel a las orillas del mar en el Reino Unido, una joven pareja de recién casados, Edward y Florence, van a pasar su primera noche de luna de miel. Él tiene la ansiedad de poder ejercer sus deberes conyugales, y ella, por su parte, mantiene una dolorosa y miedosa actitud defensiva ante la cercanía del placer afectivo. Ganará el deseo? Ganará el miedo? Ganará el amor? Las respuestas a los citados interrogantes se encuentran en “Chesil Beach” , creación literaria de Ian Mc Ewan publicada en la presente temporada.
El lector de “Chesil Beach” se encontrará con aquella sociedad europea que estaba a punto de cambiar por culpa de la revolución rock que tendría como protagonistas a los Beatles y a los Rolling Stones. Caminar por las arenas literarias de la novela significa entender las razones que motivaron los profundos cambios culturales de los jóvenes de principios de los años 60. El texto es crudo y directo como el acorde de una guitarra eléctrica y profundo como el sonido de un bajo.

Ian Mc Ewan es uno de los grandes escritores contemporáneos del Reino Unido, su narrativa ha logrado inolvidables capítulos literarios como la premiada y versionada cinematográficamente “Expiación”, la inolvidable “Ámsterdam” y la sorprendente y también galardonada “Niños en el tiempo”. “Chesil Beach” por su parte, fue seleccionada como una de las mejores novelas publicadas en 2008.

En “Chesil Beach” reside la historia de una generación que presentía un fuerte cambio en el mundo, en la forma de expresarse, entenderse y quizá de poder liberarse del peso de un siglo XX violento y autodestructivo. Pero no existe mayor batalla que aquella que confronta a un ser humano consigo mismo, ese es el reto y al mismo tiempo el destino de Edward y Florance, 2 caminantes del incierto rumbo del afecto.

After Dark, Haruki Murakami, El mapa de la soledad: Tres personajes se extravían en la noche de Tokio: Mari, una joven encerrada en su soledad, Takahashi, un músico que se juega en el jazz su proyecto de vida y Eri, una modelo que cae profundamente en un extraño sueño. En las 6 horas y 57 minutos en las cuales transcurre la historia, los personajes se encuentran y se desencuentran en una ciudad llena de desilusiones, desamores y una que otra esperanza de afecto. Esos son los destinos de “After Dark”, creación literaria de la leyenda urbana de las letras japonesas Haruki Murakami

Las historias de “After Dark” ocurren en una ciudad de Tokio capaz de vulnerar la templanza de sus habitantes. El desencanto de un siglo ensimismado en sus miedos y a la vez en sus perversiones y una banda sonora común de las grandes ciudades: la soledad, crean una orquesta de sensaciones que colindan entre la existencia terrenal y la ausencia de la misma.
La narrativa de Haruki Murakami es una de las más representativas del pensamiento, la pasión y locura contemporánea. El autor de libros de culto como “Tokio Blues”, “Al sur de la frontera, al oeste del sol” o “Sputnik, mi amor” elabora en “After Dark” una de sus mejores historias. La novela es el mapa de una sociedad extraviada en deseos, angustias, temores y ansiedades, por cierto, los seres que la habitan se convierten en los sonidos de una partitura de jazz olvidada en un bar de siglo XXI.
Las historias de Mari, Takahashi y Eri son las historias de aquellos seres extraviados en cualquier ciudad del mundo que cruzan los dedos justo en el momento en el cual la noche se entrega a su día para pedirle al sol una nueva oportunidad. Murakami es uno de los grandes narradores de la ciudad contemporánea. Sus libros se convierten con facilidad en los arriesgados solos instrumentales de un heroíco músico de jazz: te sorprende, te mantiene atento y al final, te fulmina

sábado, 20 de junio de 2009

Libros para no olvidar

Quiero recomendarles 2 lecturas que han sido importantes en mi retina: por una parte la extraordinaria narrativa del escritor dominicano Junot Díaz y por otra la reflexiva y dolorosa visión de mundo de Phillip Roth. Los citados libros presentan algunas sorprendentes coincidencias: Nueva York, el amor, el deseo, la soledad, el heroísmo y la redención. Comparto con ustedes 2 momentos literarios inolvidables.

La maravillosa vida breve de Oscar Wao, Junot Díaz. La épica historia de un nerd dominicano que vive durante la década de los años 80 entre su país y Nueva York, es la excusa perfecta para conocer el talento de uno de los escritores más interesantes de la nueva narrativa Latinoamericana: Junot Díaz. El libro es un documento que nos presenta con fidelidad el inicio de la hibridación cultural de nuestros países, de nuestros lenguajes y por supuesto de nuestras historias, aquellas que sin importar si son contadas en inglés, en español o en Spanglish, nos unen como género humano, tanto en nuestra vulnerabilidad como en esa heroíca solidaridad que nos hace únicos.

La historia de Oscar Wao podría ser la historia de Latinoamérica, aquella que se construye con ilusiones, sueños y que logra sumergirse fácilmente en el desamor y la locura. Personajes inolvidables que viven al borde del abismo, que se juegan la vida por destellos de cariño y otros sencillamente por vivirla y gastarla, construyen una inolvidable fábula urbana.

Sale el espectro, Phillip Roth. Un talentoso escritor norteamericano se esconde en su casa de campo y una década después decide regresar a Nueva York y muchas cosas han cambiado: dos torres gigantes han caído, los transeúntes de la ciudad son más solitarios y llevan su vida guardada en un teléfono celular y sus amigos poco a poco pasan a mejor vida. Así es el inicio de “Sale el Espectro”, al parecer, una de las últimas historias de Nathan Zuckerman, el famoso alter ego del genial y siempre necesario escritor Phillip Roth. “Sale el Espectro” es un libro capaz de enfrentar al lector consigo mismo, la narración de Roth es implacable a la hora de rebelarnos el inevitable paso del tiempo tanto en el cuerpo como en la memoria y logra a la vez obsequiarnos la luz del afecto como una última opción para poder morder con ansiedad la vida.

En este libro, además del ya reseñado Nathan Zuckerman, el autor logra crear inolvidables personajes que tienen en común el misterio de vivir en ese extraño puente que une a dos siglos. Con el libro, el escritor norteamericano Phillip Roth se consolida como uno de los referentes obligatorios de la narrativa contemporánea. Más allá de su eterna candidatura al Premio Nóbel de Literatura y su éxito editorial, el autor logra meterse hábilmente en la entraña de la presente época. Este texto es recomendado para aquellos lectores que viven con la alegría de un niño y la vez sienten la tristeza de un adulto.

sábado, 2 de mayo de 2009

Los Viajes del Viento

La nueva realización cinematográfica de Ciro Guerra es sencillamente poesía. “Los Viajes del Viento” construye un inolvidable diálogo entre imágenes, silencios y las notas de un mítico acordeón. La historia de Ignacio Carrillo y su transitar bohemio y solitario es la historia de un héroe sonoro que se juega la vida con cada canción. Por cierto, estamos hablando de una película que logra rendir homenaje al vallenato, que en este caso es tan sorpresivamente cercano al blues.

En “Los Viajes de Viento” el joven director nos invita a viajar a través de un complejo paisaje sonoro lleno de tristezas, amores, desamores y redenciones. El autor cinematográfico no esconde su admiración por la narrativa cinematográfica oriental, elemento que confirma la universalidad narrativa de su propuesta, la cual ya habíamos disfrutado con su ópera prima “La Sombra del Caminante”.

En mi retina quedan algunos momentos cinematográficos colombianos con referencias musicales que me han logrado conmover como espectador: el punk y el metal colombiano de los años 80 del “Rodrigo D: no Futuro” de Víctor Gaviria y el inolvidable cuadro sonoro de los inicios de los 90 creado por Javier Álvarez en “Apocalipsur”. Bien, tengo uno nuevo y con alma melancólica: “Los Viajes del Viento”, la poética versión del vallenato colombiano de los años sesenta según el talentoso y joven director Ciro Guerra. Larga vida!!!

lunes, 9 de febrero de 2009

Rock colombiano 2009


Se acaba la primera década del presente siglo y comienzan a aparecer diferentes balances sobre estos 10 años de travesía musical. La verdad siento que este decenio ha sido muy extraño para el rock local: desde la ilusión de poder tener un mercado sólido que sostenga económicamente a nuestros músicos, pasando por las sorprendentes dinámicas de autopromoción y difusión ofrecidas libremente por las plataformas de la web, llegando a ser testigos de la creación de nuevos festivales gratuitos en nuestras ciudades y el sostenimiento de los ya existentes, para llegar a la misma pregunta que nos hacemos cada año que empieza ¿Cuál será el momento del rock colombiano?

Yo quiero creer que estamos próximos a ese momento, es más, trabajamos muy fuerte para poder ofrecerles a las bandas y a los artistas un espacio en el que se puedan expresar y puedan compartir sus visiones de mundo. Pero creo que es más importante saber lo que piensan ustedes sobre la música que se hace en nuestro país. En esta época de cierre de ciclo y en la cercanía de uno nuevo, me parece importante formularles muchas preguntas sobre nuestro escenario musical. ¿Cómo han sentido ésta década sonora? ¿Cuál es la agrupación colombiana de la década? ¿Se sienten identificados con las historias que cuentan nuestras bandas? ¿Cuáles son las canciones de la década? ¿Los festivales gratuitos ayudan a fortalecer un mercado sonoro? ¿Las bandas colombianas trabajan bien las nuevas plataformas de promoción y difusión? O sencillamente ¿Si estamos viviendo el momento más importante del rock colombiano?

Me gustaría que me pudieran ayudar con la presente reflexión, como ustedes saben cada día intentamos construir y leerlos sería importante para poder entender un tema que siento que le pertenece y siente con pasión toda la familia de Radiónica.

Fuerte abrazo

Á