sábado, 20 de junio de 2009

Libros para no olvidar

Quiero recomendarles 2 lecturas que han sido importantes en mi retina: por una parte la extraordinaria narrativa del escritor dominicano Junot Díaz y por otra la reflexiva y dolorosa visión de mundo de Phillip Roth. Los citados libros presentan algunas sorprendentes coincidencias: Nueva York, el amor, el deseo, la soledad, el heroísmo y la redención. Comparto con ustedes 2 momentos literarios inolvidables.

La maravillosa vida breve de Oscar Wao, Junot Díaz. La épica historia de un nerd dominicano que vive durante la década de los años 80 entre su país y Nueva York, es la excusa perfecta para conocer el talento de uno de los escritores más interesantes de la nueva narrativa Latinoamericana: Junot Díaz. El libro es un documento que nos presenta con fidelidad el inicio de la hibridación cultural de nuestros países, de nuestros lenguajes y por supuesto de nuestras historias, aquellas que sin importar si son contadas en inglés, en español o en Spanglish, nos unen como género humano, tanto en nuestra vulnerabilidad como en esa heroíca solidaridad que nos hace únicos.

La historia de Oscar Wao podría ser la historia de Latinoamérica, aquella que se construye con ilusiones, sueños y que logra sumergirse fácilmente en el desamor y la locura. Personajes inolvidables que viven al borde del abismo, que se juegan la vida por destellos de cariño y otros sencillamente por vivirla y gastarla, construyen una inolvidable fábula urbana.

Sale el espectro, Phillip Roth. Un talentoso escritor norteamericano se esconde en su casa de campo y una década después decide regresar a Nueva York y muchas cosas han cambiado: dos torres gigantes han caído, los transeúntes de la ciudad son más solitarios y llevan su vida guardada en un teléfono celular y sus amigos poco a poco pasan a mejor vida. Así es el inicio de “Sale el Espectro”, al parecer, una de las últimas historias de Nathan Zuckerman, el famoso alter ego del genial y siempre necesario escritor Phillip Roth. “Sale el Espectro” es un libro capaz de enfrentar al lector consigo mismo, la narración de Roth es implacable a la hora de rebelarnos el inevitable paso del tiempo tanto en el cuerpo como en la memoria y logra a la vez obsequiarnos la luz del afecto como una última opción para poder morder con ansiedad la vida.

En este libro, además del ya reseñado Nathan Zuckerman, el autor logra crear inolvidables personajes que tienen en común el misterio de vivir en ese extraño puente que une a dos siglos. Con el libro, el escritor norteamericano Phillip Roth se consolida como uno de los referentes obligatorios de la narrativa contemporánea. Más allá de su eterna candidatura al Premio Nóbel de Literatura y su éxito editorial, el autor logra meterse hábilmente en la entraña de la presente época. Este texto es recomendado para aquellos lectores que viven con la alegría de un niño y la vez sienten la tristeza de un adulto.